Las aplicaciones móviles, internacionalmente conocidas como Apps, se han convertido en grandes negocios que, en muchos casos, nacen de ideas de estudiantes o pequeñas empresas y que, pueden acabar reportando grandes sumas de dinero.
Estas Apps, que suelen ser gratuitas o de bajo coste, pueden precisar para su utilización que el usuario, además de descargarlas, deba facilitar una serie de datos personales en las mismas o permitir el acceso a datos almacenados en el móvil.
Por este motivo, hay una serie de consideraciones legales que todo creador de una App debe tener en cuenta a la hora de su creación (lo ideal) o, en su defecto, una vez la App está en funcionamiento. Seguir leyendo