Facebook es, actualmente, la red social más importante del mundo con casi 1.300 millones de usuarios en activo. Esta red social, conocida por todos y creada por Mark Zuckerberg, nunca ha dejado de ser polémica por el uso que hace de los datos personales e imágenes de sus usuarios.
Facebook, como cualquier servicio que se presta a través de internet de forma gratuita, en realidad tiene un coste y ese coste son nuestros datos personales, en definitiva, nuestra privacidad.
Así, Facebook obtiene sus beneficios, no de sus usuarios (que no pagan por hacer uso de la red social), sino de los anunciantes que pueden colocar publicidad en los perfiles de los usuarios dependiendo de las preferencias de éstos. Lo que quiere decir, que Facebook recoge y trata los datos personales de sus usuarios, para posteriormente, hacer un uso comercial de los mismos.
¿Qué hace Facebook con nuestros datos personales?
Sin duda Facebook recoge y trata los datos personales de sus usuarios para, posteriormente, a través de la segmentación de la información de los mismos, facilitar que sus anunciantes puedan ofrecer publicidad dirigida a los usuarios que realmente, puedan estar interesados en los servicios o productos que ofrecen. Esta manera de ofrecer publicidad es enormemente valiosa para los anunciantes ya que, saben a ciencia cierta, que el público al que la dirigen, está segmentado en función de gustos y preferencias y es altamente probable obtener grandes beneficios de la misma.
Sobre el tratamiento de los datos personales que hace Facebook, antes de verano salía a la luz el estudio que Facebook había realizado utilizando información de casi 700.000 cuentas de sus usuarios sin su consentimiento. El citado estudio consistía en manipular la información que recibía el usuario (positiva o negativa) para poder comprobar el contagio emocional que sufría en función de la información que recibía, a través de su perfil en la red social. Ante el conocimiento de este estudio, las quejas no se hicieron esperar y Facebook contestó a las mismas manifestando que, ese tipo de estudios le servían para mejorar la calidad de su servicio.
En este mismo sentido, hace apenas unas semanas, conocíamos la compra de la plataforma Atlas por parte de Facebook. Esta plataforma ha sido adquirida para que los anunciantes de Facebook puedan colocar publicidad en otras plataformas (que no sean Facebook) dirigida al usuario de la red social, es decir, los usuarios de Facebook podrán recibir publicidad de anunciantes de la red social a través de páginas de internet que no son Facebook. A este respecto y ante la polémica que ha levantado, Facebook ha manifestado que los anunciantes no tendrán acceso a la identidad del usuario.
No obstante, y pese a que Atlas no permita conocer la identidad del usuario, cosa que está por ver, lo que sí es evidente, es que los usuarios de Facebook recibirán publicidad relacionadas con sus gustos y preferencias desde otras plataformas que no sean Facebook, lo que no deja de ser una intromisión en la privacidad e intimidad de los mismos.
¿Qué hace Facebook con las imágenes que se cuelgan en la red social?
Además de todo lo que hemos comentado, cuando un usuario se registra en Facebook está cediendo el uso de las imágenes y vídeos que publique a Facebook de forma no exclusiva, es decir, Facebook puede venderlas sin tener que pedir permiso al propietario de la fotografía y, además, la cesión de la imagen se hace de forma ilimitada en el tiempo, salvo que, se cierre la cuenta en Facebook (pero si la imagen o vídeo ha sido compartido, Facebook sigue teniendo derechos sobre ellas).
Así, la cláusula que regula esta situación aparece en las Condiciones legales de Facebook, dentro de la Declaración de derechos y responsabilidades, y se establece expresamente:
Para el contenido protegido por derechos de propiedad intelectual, como fotografías y vídeos (en adelante, «contenido de PI»), nos concedes específicamente el siguiente permiso, de acuerdo con la configuración de la privacidad y las aplicaciones: nos concedes una licencia no exclusiva, transferible, con derechos de sublicencia, libre de derechos de autor, aplicable globalmente, para utilizar cualquier contenido de PI que publiques en Facebook o en conexión con Facebook (en adelante, «licencia de PI»). Esta licencia de PI finaliza cuando eliminas tu contenido de PI o tu cuenta, salvo si el contenido se ha compartido con terceros y estos no lo han eliminado.
Por tanto, si una de las fotografías o vídeos que el usuario cuelga en la red social aparece, por ejemplo, en un anuncio de televisión, no podrá oponerse, ni solicitar compensación económica alguna por el uso de esa imagen por parte de Facebook. Cosa distinta, es que la persona afectada acuda a los tribunales alegando claro abuso de la red social sobre sus datos e infracción del principio de calidad de los mismos, pero debemos tener en cuenta que Facebook es una empresa de California (EEUU), lo que complica la actuación ante la justicia.
Para terminar y a mi entender, creo que todos sabemos que lo que es gratis, en realidad tiene un coste, y es «voz populi» que cuando subimos algo a Facebook, ésta adquiere los derechos de uso de aquello que hemos subido. No obstante, y pese a ello, seguimos utilizando la red social porque nos permite estar en contacto con amigos y personas que de otra forma no lo estaríamos y porque creo, no somos conscientes de la implicación y el valor que tienen nuestros datos personales, nuestra privacidad. Si lo fuéramos, muchos usuarios preferiríamos pagar por el uso de la red social a vender nuestra privacidad y es por eso, que cada vez ganan más fuerza otras redes sociales que se caracterizan por no hacer uso de los datos personales de sus usuarios, entre otras, actualmente está dándose a concer «Ello». Esta red social, por el momento es gratuita, pero como no tendrá anunciantes, ni hará uso de los datos personales de sus usuarios, está previsto que se tenga que abonar en un futuro próximo una cuota para poder formar parte de la misma. Llegados ese momento, será interesante saber cuantos usuarios están dispuestos a pagar por proteger su privacidad.