Cada vez son más, los padres y profesores preocupados por el uso que hacen los menores de las nuevas tecnologías en colación con su privacidad.
No podemos negar que el uso de las nuevas tecnologías se ha convertido en algo inevitable para nuestra vida cotidiana. Así, son una herramienta de trabajo para los adultos y una forma de aprendizaje para los menores, aunque también tienen su parte negativa y es que, antes nuestra información personal no era tan pública como lo pueda llegar a ser ahora.
Hoy en día, un vídeo puede hacerse viral y verse en todo el mundo en cuestión de horas, situación ésta que no ocurría antes de la llegada de Internet y las redes sociales y que, puede causar graves perjuicios, más aun si los protagonistas de esos vídeos son menores.
El colgar en Internet información, imágenes o vídeos en los que aparecen menores es por desgracia cada día más común. Los compañeros de clase se graban entre ellos en situaciones muchas veces comprometidas o violentas y, posteriormente, comparten esos vídeos en las redes sociales con sus contactos o seguidores, quienes a su vez dan difusión a esa información o grabación.
En este sentido y con motivo del día europeo de protección de datos, celebrado el pasado día 28 de enero, la Agencia Vasca de Protección de Datos ha presentado un estudio cualitativo sobre a la percepción de la comunidad educativa respecto a la privacidad y el uso de las TICs.
Dicho estudio recoge, entre otras, que los padres creen que la solución respecto al uso que hacen los menores de las nuevas tecnologías radica en que estos pasen poco tiempo ante el ordenador o el móvil. Pero esta no es la solución.
Como decía al inicio de este artículo, el uso del ordenador y el móvil son indispensables para los adultos, por tanto, no podemos pretender que no lo sea para los menores. La solución no radica en limitar el tiempo que los menores pasan ante el ordenador o el móvil, sino en enseñarles las consecuencias de los malos usos de esos dispositivos.
La idea que transmite el estudio, es que los padres y profesores tienen que educar a los menores para que tomen conciencia de qué pueden hacer y qué no y de las consecuencias que tiene, por ejemplo, subir a Internet imágenes o vídeos propios o de compañeros que no han consentido la difusión.
Por otro lado, el precitado estudio recoge la preocupación, cada vez mayor, del profesorado sobre lo que hacen los menores ante Internet, pero también recoge que, pese a su preocupación e interés en este tema, no tienen suficientes herramientas para saber qué hacer o cómo actuar en estos casos.
Recordemos que no hace mucho, la prensa se hizo eco de que una profesora que tuvo conocimiento del acoso en redes sociales que estaba sufriendo una de sus alumnas, reunió a todos los alumnos en la sala de actos del centro para explicarles la historia de Amanda Todd (la adolescente canadiense que decidió quitarse la vida, tras el acoso que sufría por sus compañeros y excompañeros del colegio, y que grabó un vídeo, poco antes de suicidarse, en el que explicaba su situación y lo que estaba sufriendo). Esta noticia fue conocida porque muchos padres se quejaron de que la profesora hubiese enseñado un vídeo tan duro a sus hijos, sin embargo, pocos días después de que la profesora los reuniese, los alumnos que habían iniciado el acoso de la alumna en el centro, reconocieron los hechos y pidieron perdón por ello.
Por tanto, es cierto que la historia de Amanda Todd es dura, pero es cierta y al conocerla los menores fueron conscientes de las posibles consecuencias de sus actos.
La preocupación de los menores en relación al uso de la tecnología y su privacidad, no es algo que solo haya recogido la Agencia Vasca de Protección de Datos en un estudio. Antes al contrario, hace unos meses, la Agencia Española de Protección de Datos publicó el portal «Tú decides», donde padres, profesores y los propios menores pueden aprender cómo proteger la privacidad del menor ante Internet.
Se trata de un portal dirigido a menores de entre 10 y 15 años donde pueden aprender o tomar conciencia, a través de diferentes personajes ficticios, de la protección de su privacidad. La idea no es que se le diga al menor qué puede y qué no puede hacer, sino que él aprenda a decidir por si mismo qué hacer con su privacidad, porque al final, los padres y profesores no pueden controlar e impedir el uso de las nuevas tecnologías a los menores, por lo tanto, se trata de darle las herramientas suficientes al menor para que él sepa que hacer o al menos, sea consciente de las consecuencias de sus actos en Internet.
Por si fuera de vuestro interés, os dejo los enlaces a:
- El estudio cualitativo en torno a la percepción de la comunidad educativa sobre privacidad y las TICs, realizado por la Agencia Vasca de Protección de Datos.
- La plataforma «Tú decides» publicada por la Agencia Española de Protección de Datos.
- El vídeo de la adolescente Amanda Todd, al que antes he hecho referencia.