¿Qué es la mediación?
La mediación es un sistema de resolución de conflictos, alternativo a la vía judicial que supone un ahorro de tiempo y dinero. En él las personas en conflicto llegan a un acuerdo, guiados en todo momento por el mediador (profesional especializado para llevar a cabo la mediación).
La mediación es un proceso que se caracteriza, principalmente, por ser:
- Voluntario, las partes deciden si inician un proceso de mediación y pueden, si quieren, darla por finalizada en cualquier momento, igual que el mediador.
- Confidencial, el mediador tiene un deber de confidencialidad, legalmente previsto, respecto de los asuntos que se tratan en la mediación, impidiéndole acudir como testigo a un hipotético juicio.
- Imparcial, el medidor no favorecerá a ninguna de las partes en detrimento de la otra. Ayudará a todas las personas en mediación, para procurar que alcancen acuerdos que consideren satisfactorios para sus intereses.
La mediación se considera un método muy útil y resolutivo ya que son las mismas personas que se someten a la mediación, conocedoras de la materia, las que razonan y reflexionan sobre cuál puede ser la mejor solución válida para ambas. En cualquier caso, y si así lo desean, en mediación, las partes pueden acudir asistidas por sus abogados.
Los pactos alcanzados durante la mediación tienen un alto grado de cumplimiento voluntario porque son las propias personas implicadas las que han decidido el acuerdo y es vinculante como cualquier contrato, además, puede tener carácter ejecutivo (de obligado cumplimiento) ante un tribunal si se eleva a escritura notarial/pública.
¿Para qué sirve la mediación?
La mediación tiene como finalidad resolver controversias evitando tener que acudir a procedimientos judiciales, con el incremento de costes que ello supone.
La mediación se utiliza en conflictos surgidos en el ámbito empresarial, familiar, comunitario, entre otros.
La mediación está especialmente indicada también, para controversias surgidas en ámbitos técnicos o materias muy específicas que requieren un alto grado de conocimiento en la cuestión, desconocido en muchos casos por los tribunales.
Por ejemplo, la mediación es la vía más recomendada, entre otros casos, en conflictos derivados de programación de páginas web, incumplimiento de plazos de contratos informáticos, modificaciones en el encargo inicial, incumplimiento de soporte software/hardware/sistemas, incumplimiento del período de garantía, incumplimiento en IT, y para cualquier conflicto relacionado con incumplimientos contractuales y prestaciones de servicios.
Así, la mediación establece un nuevo espacio formal en el que tienen cabida empresarios y clientes (sea persona física o jurídica) descontentos con los resultados conseguidos hasta el momento y dispuestos a buscar otra solución posible, que sea equitativa y preserve la continuidad de la relación, si es de su interés.
Asimismo, en esos conflictos en los que el tiempo es un factor importante, la mediación ofrece un proceso que puede empezar en el mismo momento en que las partes decidan, y finaliza en un plazo aproximado de un mes, existiendo la posibilidad de realizar todo el proceso de mediación en un solo día dependiendo del tipo de conflicto.
¿Cómo funciona la mediación?
Si las partes en conflicto conocen la mediación pueden acudir de forma acordada a un mediador por interés de las dos partes (rapidez, confidencialidad, precio…). Lo más habitual, por eso, es que uno de los dos acuda a una primera sesión informativa y si le resulta de interés, se invite a la otra parte a conocer el proceso.
En este sentido, la mediación puede:
- Ser dirigida por una persona o por dos (en co-mediación).
- Afrontar conflictos entre dos personas o entre más (multiparte).
- Acabar en acuerdo o no.
Los precios y la duración del proceso de mediación no están reglados en el ámbito privado, que variaran en función del caso. Pero se podría hablar de un promedio de 3 a 6 sesiones, y un precio que oscila entre 60€ a 150€ por persona y sesión, o en función de una escala dependiendo del interés económico en juego.
¿En qué casos se aconseja acudir a mediación?
La mediación se aconseja en aquellos casos en los que no se ha logrado llegar a un acuerdo de forma amistosa y como alternativa a la vía judicial.
Está especialmente indicada para:
- Aquellos casos en que interese zanjar una disputa con el menor coste y en el menor tiempo posible.
- Casos en que se desee preservar la relación entre las partes, por ejemplo entre socios, entre empresas colaboradoras, entre profesional y cliente…
La confidencialidad es un aspecto distintivo de la mediación respecto otros sistemas, ya que preservará el anonimato tanto del conflicto como de las partes implicadas. Muchas empresas optan por ella para evitar la publicidad y mala prensa que podría producirse en un juicio.
¿Es viable la mediación en casos de incumplimiento de contratos de software/páginas web?
Sin duda la respuesta es sí. Interponer una demanda judicial e ir a juicio en un caso de este tipo puede resultar muy caro, incluso puede llegar a suponer un coste más elevado de lo que se pueda llegar a recuperar teniendo en cuenta el coste de: abogados, procuradores y peritos judiciales que en estos casos, suelen ser prácticamente imprescindibles, ya que el juez que debe decidir sobre el conflicto no conoce la parte técnica y debe confiar en que un profesional especializado e imparcial le explique qué ha pasado técnicamente y cuál es el conflicto ante el que se encuentra para que pueda resolver al respecto.
¿Éxito de la mediación?
El éxito de la mediación recae en que permite a las partes en conflicto llegar a un acuerdo en menos tiempo y dinero, así como, garantiza la satisfacción con el resultado porque al final el resultado es fruto del acuerdo al que voluntariamente han llegado las partes en conflicto.
¿Qué ocurre si la mediación no acaba en acuerdo?
Absolutamente nada. La mediación es una alternativa, pero no impide ni dificulta que en caso de no llegar a un acuerdo, se pueda acudir a un proceso judicial.
Por último, resaltar que el proceso de mediación permite un acercamiento entre las partes, facilitando la comunicación, para establecer nuevas vías de negociación, posibilitando acuerdos futuros y evitando vías más costosas y de larga duración como es la vía judicial.
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