Con la llegada a nuestras vidas de las redes sociales, también aparece una nueva forma de hacer publicidad y es que las marcas han descubierto una forma de hacer publicidad mucho más selectiva y con un mayor retorno de rentabilidad.
Cualquier usuario de cualquiera de las redes sociales más conocidas actualmente como, por ejemplo, Twitter o Instagram está harto de ver como personajes públicos o con una cierta credibilidad social, los denominados «influencers» (por su influencia en las redes sociales) publicitan productos de marcas que todos sus seguidores acaban viendo.
Esto ha supuesto un cambio en la forma de hacer publicidad ya que, tanto grandes marcas, como marcas más modestas son capaces de publicitar sus productos a un coste inferior a la publicidad habitual (radio, televisión…) y, además, lo hacen dirigiendo esa publicidad al público directo que les interesa.
Un ejemplo sería que una influencer que hable sobre temas de maternidad publicite artículos relacionados con la crianza, los bebés, la salud infantil, etc. Los seguidores de esta influencer van a ser personas interesadas en temas de maternidad y crianza ya que, es de lo que habla habitualmente dicho personaje público, con lo cual, cualquier marca de productos de bebés que la elija para publicitar sus productos se está asegurando que el público al que va dirigido es en su mayor parte personas que pueden estar altamente interesadas en dichos productos y más si el personaje público que lo publicita tiene una cierta credibilidad en el sector.
Además, se trata de una publicidad muy discreta ya que, en la mayoría de casos el personaje público utiliza el producto o servicio a publicitar como si formase parte de su vida cotidiana sin que, en la mayoría de casos, se advierta al usuario de que se trata de publicidad.
¿Este tipo de publicidad es legal?
Lo que ocurre en España, a diferencia de otros países, es que este tipo de publicidad no está regulada, hay un vacío legal al respecto y los organismos públicos tampoco persiguen las malas prácticas, por lo que, actualmente, parece que las consecuencias del uso de este tipo de publicidad, que a mi entender es ilícita, son nulas.
¿Por qué digo que para mi este tipo de publicidad es ilícita? porque las leyes que actualmente regulan la publicidad en España:
- Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad.
- Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal.
- Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico.
Especifican que toda publicidad debe ser advertida de forma clara al consumidor y usuario. En casos como la plataforma online de YouTube cuando nos salta un anuncio, aparece la palabra «anuncio» o «publicidad» claramente identificada en el vídeo, pero cuando es un anuncio ofrecido en una red social, rara vez se advierte claramente de este extremo al usuario.
Y digo claramente, porque si que es cierto que en muchas ocasiones (no siempre) los personajes públicos utilizan el hashtag #ad (de «advertisement» que significa anuncio en inglés) para identificar las publicaciones que hacen en sus redes sociales y que están patrocinadas, pero para mí esto es totalmente insuficiente.
Por ejemplo, en el caso de Instagram, lo primero que aparece en nuestro muro es la imagen que ha colgado el influencer y después el texto que acompaña o explica el motivo de la fotografía y al final de todo, si se trata de publicidad, el hashtag #ad. Esto quiere decir que el usuario antes de saber que se trataba de publicidad ha visto la imagen con el producto, ha leído el texto en el que el influencer explicaba las maravillas que supone para su vida disponer de dicho producto y solo si termina de leer todo el texto y al final de todo le aparece el hashtag #ad.
A mi entender para que se tratase de una publicidad lícita, como cuando te aparecen anuncios en Google o Facebook de marcas específicamente señalados como tal, la imagen que cuelga el personaje público debería contener de forma visible la palabra «publi» o «publicidad», bien en una de las esquinas superiores de la fotografía, bien como marca de agua que atraviese dicha imagen.
Si hablamos de Twitter en la que primero se lee el texto y luego se ve la imagen, el texto debería ir precedido siempre por el hashtag «publi» o «publicidad».
De esta forma se le permitiría al usuario conocer de antemano que lo que va a ver o leer es una anuncio patrocinado y elegir si quiere visualizarlo o pasarlo por alto.